El método de inversión ha de ser sencillo. Pero sencillo no es sinónimo de fácil.

"Invertir es como seguir una dieta: todo el mundo sabe lo que hay que hacer para perder peso, pero eso no significa que sea fácil"
Warren Buffett

Cuando empiezas a invertir te imaginas que todo ha de ser extremadamente complicado, necesariamente sofisticado y que el éxito depende de ser el más listo.

A partir de ahí comienza la larga y empinada cuesta arriba buscando entender algo de todo este mundo lleno de elementos contraintuitivos. Devoras miles y miles de libros, blogs, vídeos y cuentas en redes sociales.

Llega el momento en el que entiendes algunas cosas, pero todavía te cuesta mucho darles un significado contextualizado, filtrar el grano de la paja y, lo que es peor, de tanta información que consumes, tu cabeza ha comenzado a inflamarse.

Entonces ahí comienza el proceso inverso. Ya no se trata de acumular conocimientos y fuentes, sino de ir despojándose poco a poco de las capas que ya no te pertenecen, como una serpiente que muda su piel.