Últimamente varias personas personas me han preguntado sobre qué hay que observar para determinar que la tendencia alcista del mercado de valores llega a su final.

La mala noticia es que no hay muchas cosas donde mirar. Como señalé en la última Masterclass, los mercados alcistas son relativamente bastante fáciles de observar porque dejan múltiples rastros o pistas. La buena noticia es que el que me pregunten esto es un factor más para seguir alcistas a día de hoy, ya que refleja falta de euforia....porque cuando hay euforia nadie pregunta por cuando se acaba la fiesta.

A nivel macroeconómico, de entre todos los indicadores líderes y obviando la curva de tipos que suele ser un indicador adelantado pero bastante impreciso, mi favorito para entender cuando se acumulan los riesgos bajistas es el indicador adelantado o líder elaborado por la OCDE para el conjunto de países del G-20.

Este indicador está diseñado para reflejar, sin mucho atraso, las diferentes fases de aceleración y desaceleración económicas que se producen en el ciclo económico, en este caso de los países del G-20 que representan el 90% del PNB mundial, el 80% del comercio global y dos tercios de la población de la Tierra.

Una vez que el indicador adelantado de la OCDE comienza a declinar, es imposible saber en tiempo real si las economías de los principales países occidentales van hacia una recesión o hacia una mera desaceleración. Pero lo que sí es seguro es que, sea como sea que se etiquete a posteriori a lo que en principio sólo es una desaceleración, le suele sentar de forma bastante negativa al mercado de acciones global.

Índice Global Dow (en dólares) engloba a las 150 empresas más grandes del planeta. Se señala en rojo los momentos en los que el indicador adelantado de la OCDE comenzó a declinar.

Obsérvese el anterior gráfico como en múltiples ocasiones (2007, 2014 y 2021) el indicador líder de la OCDE comenzó a declinar cuando aún la tendencia alcista era firme en el mercado de acciones. Sin embargo, pocos meses después dicha tendencia alcista llegó a su final y comenzaron los problemas en bolsa.

Por ello, no digo que automáticamente uno ha de ser bajista cuando ve el indicador líder girar a la baja, pero desde luego sí que se debe arquear una ceja y empezar a vigilar los eventos de mercado y económicos, así como otros datos que puedan confirmar la fase de desaceleración y de peligros bursátiles.

Este indicador fue el primero que me puso sobre aviso en 2021 para entender que las economías y los mercados podían dirigirse hacia una nueva fase bajista.

A nivel técnico y que sea consistente a lo largo del tiempo, lo que más me gusta es la amplitud de mercado. Ya sé que no es una sorpresa, porque es en definitiva lo mismo que utilicé para señalar que habíamos entrado en un nuevo mercado alcista.

Pero para el lado bajista, en vez de observar los "impulsos de amplitud", utilizo simplemente el indicador acumulado de nuevo máximos menos nuevos mínimos de la bolsa de Nueva York. Así, cuando el indicador cruza a la baja su propia media de 50 sesiones, hablamos de un mercado que esta mostrando debilidad en el conjunto de sus acciones. Por ejemplo, la amplitud se volvió negativa antes de la fuerte corrección de 2015-16, o de la importante caída de 2018 y, por supuesto, al comienzo del mercado bajista de 2022.

En magenta el acumulado de nuevo máximos - nuevos mínimos bolsa de Nueva York, con su media, en negro, de 50 sesiones. Al fondo en gris el S&P 500. Las flechas magentas señalan los momentos de mercado en los que la amplitud descendió por debajo de su propia media de 50 sesiones.

La regla general es que mientras la amplitud sea negativa, se mantengan las máximas cautelas y se piense que los riesgos bajistas son muy elevados.

El tercer elemento que me gusta es el sentimiento inversor o incluso el sentimiento de los consumidores. El problema es que es un concepto más abstracto que los anteriores y requiere de más interpretación.

En todo caso, la idea es que si ves al indicador adelantado de la OCDE girar a la baja y que la amplitud del mercado se ha vuelto negativa y que encima hay euforia u optimismo en el mercado, entonces las probabilidades bajistas son muy elevadas, porque eso significa que el margen de sorpresas al alza es escaso.

Cuando hablo de sentimiento inversor me refiero a herramientas que muestren el sentimiento inversor de largo plazo, no cosas como el VIX, el indicador de avaricia y miedo de la CNN u otras herramientas que reaccionan fácilmente a los movimientos peristálticos de las bolsas.

Bank of America realiza encuestas de sentimiento y situación a los grandes gestores globales. Cuando estas "grandes manos" son muy optimistas, vale la pena ser cautelosos. Y viceversa.

Quizás es aún mejor el monitorizar el sentimiento de los consumidores, de la gente normal de la calle que no tiene la suerte de estar tan informada como los miembros del Club Bursátil Confidencial.

Un ejemplo es la encuesta que Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea, realiza a los consumidores de la eurozona sobre sus perspectivas económicas de cara a los próximos 12 meses. Cuando el resultado neto de respuestas se acerca a 0, es que hay optimismo o incluso euforia.

Así, señalando los años en los que se alcanzaron los picos de optimismo sobre 0 (en 2007 faltó poco), se entiende fácilmente que todos fueron años de techos importantes en el mercado global de acciones. Es decir, ver alto optimismo e incluso euforia, especialmente cuando el indicador de la OCDE ha girado a la baja, es una situación de alto peligro para el mercado de acciones.

Sea como fuere, lo cierto es que este tercer elemento de cómo detectar un mercado bajista, hablo del sentimiento, es potente pero más impreciso que los anteriores y requiere de interpretación.

Aunque en realidad, en el fondo, todo requiere interpretación sea más o menos preciso. Al final, la verdadera forma de llegar a la conclusión de que un mercado bajista está por comenzar o que ya ha comenzado, es la acumulación de evidencias.

Así, que el indicador adelantado de la OCDE haya girado a la baja es una alerta roja, pero no una señal definitiva. Sin embargo, si a eso se le suma una amplitud de mercado negativa y una euforia rampante entre inversores y consumidores, entonces la alerta roja se transforma en una probable señal de que se está ante un mercado bajista.

Y aún así nunca será tan sencillo como sumar tres indicadores o elementos. Siempre hará falta de la interpretación del analista. De los contextos, de la realidad del momento. De las anécdotas que para muchos sólo son otra noticia a pie de página, pero que para el inversor alertado puede ser una clara señal más de problemas.

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