Quien me ha leído el tiempo suficiente, sabe que aquí no tratamos de predecir el futuro, porque eso es imposible de hacer. Nuestra tarea es mucho más humilde, se trata de identificar tendencias en tiempo real y en tratar de entender el significado de los eventos que se van produciendo a lo largo del ciclo económico-bursátil, para así hacernos una idea de si hay más o menos probabilidades sobre la continuación, o no, de una determinada tendencia.

Supongo que una analogía podría ser la de un médico. Éste, como nadie, no puede saber a ciencia cierta si un paciente irá a peor y morirá, o si acabará recuperándose. Al fin y al cabo, un paciente puede entrar con una otitis y luego complicarse y fallecer.

Pero más allá de esa incertidumbre general por lo complejo que es el mundo, el médico sí puede ir variando su diagnóstico y tratamiento según las cosas que se van manifestando en el paciente. En este sentido, el analista macro no es muy diferente a como un médico se enfrenta al mundo y su inherente incertidumbre.

Siguiendo con esta analogía y haciendo de médico del mercado, lo que he visto al comienzo de esta semana, la primera semana del presidente Trump, me ha gustado y me hace seguir siendo alcista en bolsa.

Entre otros elementos que comentaré, el principal es que el dólar estadounidense retrocedió con fuerza, en una magnitud que en otras ocasiones del actual ciclo alcista en bolsa, nacido en octubre de 2022, ha dado lugar a significativos avances en la renta variable.

En el panel inferior, variación porcentual a un día (ROC 1) del índice del dólar estadounidense (a través del ETF "UUP"). Cuando ha marcado retrocesos como el actual (-1,28%) o mayores desde el comienzo de este mercado alcista, ha sido en momentos de importantes aceleraciones del mercado bursátil (S&P 500 en panel superior del mismo gráfico).

¿Por qué suele ocurrir, en este ciclo, que cuando el dólar retrocede con fuerza, los mercados de riesgo, como las bolsas, aceleran sus subidas? Obviamente porque todos los mercados están íntimamente interrelacionados y, en este caso, un dólar más débil significa a su vez que se pueden esperar tipos de interés de largo plazo más reducidos, algo que suele gustarle sobremanera a las bolsas, siempre y cuando el contexto general sea uno de crecimiento económico.

La secuencia es la siguiente. (i) Desde septiembre pasado, los tipos de interés de largo plazo, por ejemplo del bono soberano de Estados Unidos a 10 años, han ido repuntando desde aproximadamente el 3,60% hasta, también aproximadamente, el 4,80% que alcanzó en los pasados días. Las razones: que el mercado estaba descontando -y luego confirmando- una victoria electoral de Donald Trump y estaba poniendo precio a un mayor crecimiento e inflación futuros, pero también poniendo precio a una mayor incertidumbre general sobre ese futuro.

Y (ii) como el mercado de divisas o forex es un mercado siempre relativo entre las divisas de un país o región económica con respecto a otros países, cuando los tipos de interés -en este caso de largo plazo- repuntan con respecto a los mercados de bonos de otros países comparables (por ejemplo Alemania), el dólar estadounidense se aprecia porque se puede ganar más dinero con sus intereses, que con los intereses de otras divisas. De esta manera, tipos de interés de largo plazo y dólar, por necesidad, tienen una estrecha relación macroeconómica.

En magenta ETF "UUP" que representa el índice dólar estadounidense y en negro tipos de interés a 10 años del bono soberano de Estados Unidos. Aunque a largo plazo las correlaciones van y vienen, en general, un aumento de los tipos de interés de largo plazo provocan que el índice dólar repunte. Y viceversa, como está ocurriendo esta semana: menores tipos de interés de largo plazo hacen que el dólar estadounidense se deprecie.

Y, siguiendo con la secuencia, (iii) con mayores tipos de interés las bolsas estadounidenses empezaron a perder fuerza a partir de diciembre, especialmente desde que la FED confirmó que ahora prevé menos recortes de tipos de interés oficiales que lo anteriormente pensado, dada la victoria electoral de Donald Trump y todo ese mayor crecimiento, inflación e incertidumbre que trae el presidente de la cara naranja.

Aunque el efecto negativo de estos temores a mayores tipos de interés e inflación afectó a toda la bolsa estadounidense, en realidad el efecto fue menor en un índice como el S&P 500, muy influido por las "Magníficas 7" y que sólo llegó a retroceder un -5,36%, pero mucho más significativo en la generalidad o amplitud del mercado, como vimos aquí en el Club el pasado 9 de enero cuando expliqué que, más allá de la apariencia superficial de los índices, el mercado había alcanzado un extremo de "sobreventa".

Entonces, (iv) el que ahora el dólar estadounidense retroceda con fuerza, es un alivio para todas esas presiones negativas que se habían acumulado en los últimos meses.

Típicamente, tras un periodo de repunte de los tipos de interés y del dólar estadounidense, cuando el dólar pierde fuelle tan rápido, no necesariamente significa que los tipos no vayan a subir más en un futuro no muy lejano, o que el dólar no vaya a subir más en ese mismo futuro no muy lejano, pero sí suele significar que al menos se abre una pausa de menor presión en las siguientes semanas y pocos meses, lo que suele dar lugar a una aceleración de los mercados de riesgo como lo son las bolsas, los bonos basura o el Bitcoin y otras cryptodivisas.

Como ya expliqué sobre este mismo asunto -cuando ya ocurrió algo parecido al comienzo de este mercado alcista-, el 10 de enero de 2023 en el análisis "Dólar a la baja: otro signo positivo para las bolsas", tras momentos de presión al alza del dólar, verlo bajar es un buen síntoma para los activos de riesgo. Esto es, además así, porque, tipos de interés aparte, el dólar tiende a apreciarse en momentos de incertidumbre y tiende a depreciarse cuando la incertidumbre disminuye.

Gráfico de largo plazo utilizado en el análisis del 10 de enero de 2023, relacionando las fases de la bolsa (S&P 500 en negro) e índice dólar (en magenta).

Aquí tengo que volver a la analogía del médico. ¿Sé algo sobre el futuro o es una certeza? Desde luego que no, pero como médico del mercado, mi conclusión es que, dado el entorno de crecimiento económico en el que nos encontramos, y que parece ir a más, el ver el dólar estadounidense retroceder con fuerza, parece que anticipa al menos una fase, por breve que sea, en la que el mercado alcista en bolsa puede acelerar su marcha. Y, como digo, también en otros mercados de activos de riesgo (no defensivos).

Como anécdota del momento macro actual, después de pasar por una larga fase de debilidad, las exportaciones de Taiwan han acelerado a su mayor ritmo en más de 3 años, indicador que suele correlacionar con la evolución de la economía global.

Para terminar esta nota sobre el dólar y su significado general para los mercados, el catalizador de corto plazo que ha provocado esta caída en el billete verde, fue la noticia de que el presidente Trump no iba a imponer aranceles a otros países de forma inmediata y automática, sino que iría tomando esa decisión de forma más gradual y reflexiva.

Todos sabemos que con Trump todo puede ser y se pueden producir bandazos de un día para otro, pero el entendimiento del mercado es que el peor escenario posible se aleja y eso puede ser suficiente para dar un respiro a las bolsas en el corto plazo (semanas o pocos meses).

Otras notas positivas de este comienzo de 2025

Seguramente podría seleccionar varios elementos positivos de como están evolucionando los mercados en este nuevo año, pero me voy a quedar con 2 datos adicionales al giro del dólar.

El primero es que en su primer día en el cargo, el presidente Trump firmó varios decretos presidenciales, y entre los más importantes está el decreto con el que ha declarado la "emergencia energética nacional", tratando así el facilitar la producción energética de combustibles fósiles en Estados Unidos, eliminando limitaciones sobre las perforaciones y otras trabas existentes en el mercado de la energía.

Momento del discurso de investidura de Donald Trump en el que habla de la importancia de fortalecer la generación de energía barata para luchar contra la inflación y promover el crecimiento económico. Utilizó para ello el eslogan republicano de "We´ll drill, baby, drill" que se podría traducir al español como "Perforaremos, nena, perforaremos" [eso pozos de petróleo].

Más energía y a buen precio, es fundamental para que la economía crezca con fuerza pero sin presiones inflacionarias, y esto es lo que busca conseguir el presidente Trump.

En el último año el precio del petróleo ha fluctuado sin grandes cambios, siendo el gran factor que ha permitido que la inflación siguiera disminuyendo y con ello que descendiesen los tipos de interés oficiales. Pero el saber que la presidencia de Donald Trump busca por todos los medios mantener bajos los precios de la energía, es un gran factor positivo para este mercado alcista en bolsa.

Gráfico mensual del precio del barril de petróleo West Texas Intermediate, la referencia de precios en Estados Unidos.

Por otro lado y en segundo lugar, otro buen signo es que la bolsa europea, en su conjunto como por ejemplo representa el índice Euro Stoxx 50, ha roto al alza en estas fechas tras un relativamente largo lateral correctivo de más de 9 meses. Que un mercado relativamente débil con respecto a otras bolsas más fuertes, por fin esté rompiendo al alza, es un signo positivo general de este momento particular del ciclo económico-bursátil.

Índice Euro Stoxx 50 en diario. Tras 9 meses, ha roto al alza.

Esta rotura al alza, también se está produciendo en una bolsa que ha sufrido durante el último año mientras otros mercados subían. Hablo de la bolsa inglesa, representada por el índice FTSE 100, que al igual que la bolsa europea ha roto al alza en estos pasados días.

Así, con todo ello, tras una primera salida en falso de las bolsas tras la victoria de Donald Trump, y tras un reseteo parcial del sentimiento inversor en las últimas semanas, parece que ahora los factores son más positivos que hace 2 meses, para que la renta variable se aprecie en las siguientes semanas y pocos meses. Es decir, para que este mercado alcista continúe su marcha.

O, al menos eso es lo que parece, viendo como la presión sobre el dólar estadounidense disminuye y lo que eso ha significado en otros momentos el actual ciclo alcista.

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