El sentimiento inversor, aparte de poder alcanzar extremos de pesimismo y euforia en el medio y largo plazo, realmente es como una veleta en el muy corto plazo.

Por ello hay que tener herramientas y guías que nos ayuden a no dejarnos llevar por los cantos de sirenas que tratan de seducirnos hacia el error. Por supuesto, nada hay perfecto y el mundo es extremadamente complejo, por eso aspiramos a tener buenas herramientas y procesos lógicos, no herramientas y procesos perfectos e ideales que no pueden existir en este falible mundo que nos ha tocado vivir.

Después de la noticia y pequeño susto en el Nasdaq 100, provocado por la irrupción del chino DeepSeek, y que por momentos provocó una caída de casi el -5% en el mercado de futuros antes de la apertura bursátil del día 27 de enero, parecía que el mundo se iba a caer y que el mercado alcista, fuertemente liderado por todo lo que huele a Inteligencia Artificial, estaba acabado.

Sin embargo, mirando el gráfico del Nasdaq 100 y transcurridas un par de semanas, la realidad es que todo sigue igual. Es un mercado en clara tendencia alcista, no solo por encima de su propia media de 200 sesiones, sino incluso de la media de corto plazo de 50 sesiones. El susto ha sido digerido por el mercado y la vida continua.

Índice Nasdaq 100, influido fuertemente por el sector tecnológico, con sus medias de 200 (rojo) y 50 (azul) sesiones. El "susto" de DeepSeek ni siquiera de distingue a primera vista y hay que hacer un esfuerzo por localizarlo.

Lo cierto es que, en los dos últimos meses, se han producido algunas reacciones negativas del mercado, después de que se hubiera acumulado un elevado optimismo entre los inversores tras la victoria de Donald Trump, haciendo que el conjunto de la bolsa estadounidense, por ejemplo según lo reflejado por el índice S&P 500, se encuentre esencialmente plano desde ese primer rally que se produjo tras la victoria del estrambótico presidente de la cara naranja.

Los inversores se calentaron en sus expectativas tras la victoria de Trump. Ante estas elevadísimas expectativas el mercado perdió potencial en el corto plazo y, de momento, hemos pasado dos meses planos.

El día 18 de diciembre el S&P 500 corrigió con fuerza un -2,95% ante el cambio de paso de la FED, la cual desde entonces estima tipos de interés oficiales más elevados con respecto a lo pensado anteriormente, debido a su creencia de que habrá mayor crecimiento e inflación bajo la administración Trump. Como comentamos aquí, aunque el mercado se asustó, el tema era insuficiente para realmente finiquitar la tendencia alcista, que en definitiva es de lo que en buena medida trata este Club, es decir, del análisis de las tendencias en los diferentes mercados financieros internacionales.

Luego, el 27 de enero y como decíamos anteriormente, el mercado se volvió a asustar a causa del algoritmo de inteligencia artificial chino, llamado DeepSeek. Y, durante las dos siguientes semanas, Trump ha asustado al mundo con las amenazas de aranceles a sus socios comerciales, cercanos y lejanos, miedos que luego se han evaporado en buena medida por el aplazamiento de dichos aranceles y la disposición de las partes para ponerse a negociar.

Índice S&P 500 y los principales eventos negativos que lo han influido durante los dos últimos meses.

Y, por supuesto, uno de estos pequeños sustos un día será más grande que los vistos durante los 2 últimos meses, y entonces el "todopoderoso" índice Nasdaq volverá a tocar su media de 200 sesiones, algo que es natural incluso en los mercados alcistas más sólidos y longevos.

El índice Nasdaq 100 ha conseguido alcanzar su segunda mejor racha de sesiones bursátiles sin cerrar por debajo de su propia media de 200 sesiones. Jugar, sin tener más datos, a que esta racha se acabará aquí y ahora, es un juego perdedor.

Pero, a día de hoy, lo que los índices estadounidenses están mostrando, es que, a pesar de todos los sustos, se mantienen en clara tendencia alcista y, como se suele decir, la tendencia es tu amiga hasta que se acaba, significando esto que, a no ser que tengas una información muy importante y clara en contra, lo sabio suele ser acompañar dicha tendencia, no adivinar cuando ésta llegará a su fin.

Una corrección de verdad, mayor al 10%, llegará porque siempre ocurren ya que los mercados fluctúan (parece mentira que haya que decirlo). Y entonces la gente se volverá medio loca, porque cuando la volatilidad regresa tras un tiempo de poca volatilidad, esa gente pierde la perspectiva y tiende a pensar que es el fin del mundo. Y, sin embargo, lo que hay que hacer en esas situaciones es analizar el estado de las cosas para evaluar si la tendencia puede continuar su marcha o si, por el contrario, tiene altas probabilidades de haber concluido.

Históricamente en el índice S&P 500 ha llegado una corrección mayor al 10% cada año y medio. Las correcciones casi siempre son impredecibles, muchas veces fugaces y, por tanto, operarlas es una actividad de muy elevado riesgo, a diferencia de invertir en tendencias de medio y largo plazo, donde las probabilidades de éxito son muchísimo mejores.

Las cosas que importan de verdad para entender los mercados, es saber si hay crecimiento económico o no y si el mismo va a más o a menos (aceleración o desaceleración) y lo mismo para la inflación. Son los 2 ejes que, escrutándolos, permiten entender de la mejor manera posible los mercados financieros, porque estos se mueven principalmente según estos 2 factores.

Lo demás son fluctuaciones, a veces acertadas a veces equivocadas, del sentimiento inversor. Ya está, éste párrafo que podría ser un párrafo cualquiera entre todos mis comentarios de mercado, es en realidad el que esconde las cosas que he aprendido durante las últimas dos décadas. Tanto tiempo estudiando los mercados, pero que son cosas que se explican en pocas líneas. No hay santo grial ni secretos, sino determinadas lógicas que necesitan interpretación y contextualización.

Con todo ello, la tendencia bursátil en Estados Unidos se mantiene positiva y, la buena noticia, es que se sigue produciendo un reseteo del sentimiento inversor. Esto lo vemos por ejemplo en la encuesta de American Investors (AAII), que pregunta a los inversores minoristas por sus perspectivas bursátiles a 6 meses vista.

Recientemente, el porcentaje de alcistas en esta encuesta declinó a su punto más bajo en más de un año, hasta niveles que en otros momentos de este mercado alcista han sido cercanos al fin de las correcciones.

Índice S&P 500 en semanal en el panel superior y porcentaje de alcistas en la encuesta de American Investors (AAII).

Y, observado de forma inversa, por el porcentaje de bajistas en la misma encuesta, vemos que durante las últimas dos semanas se han acumulado el porcentaje de inversores bajistas hasta niveles que merecían la pena contradecir durante los dos últimos años y medio.

Índice S&P 500 en semanal en el panel superior y porcentaje de bajistas en la encuesta de American Investors (AAII). Cuando hay crecimiento económico, suele valer la pena contradecir el sentimiento escéptico o negativo.

Cuando el sentimiento inversor se enfría y la tendencia de precios permanece intacta, además de que no hayan empeorado las circunstancias macro, lo más sabio suele seguir siendo optimistas con respecto a dicha tendencia.

A nivel macro, siempre hay múltiples datos y lo cierto es que casi siempre se pueden seleccionar los que uno quiera para asustarse o lo contrario. O, dicho de otra manera, los siempre-alcistas siempre encontrarán algo que justifique seguir siendo alcistas y los siempre-bajistas siempre encontrarán argumentos para pensar que el próximo mercado bajista está a la vuelta de la esquina.

Por ello insisto continuamente en las bondades de observar el indicador adelantado del G20 (ciclo global) elaborado por la OECD, porque ayuda en gran medida a evitar sesgos. La última actualización se ha hecho el pasado 6 de febrero, referida al mes de enero de 2025 y mostrando que la economía global no solo sigue creciendo, sino que además lo hace de forma acelerada. Históricamente cuando este indicador adelantado asciende, ha correlacionado excepcionalmente bien con ascensos en los activos de riesgo como son las acciones.

Indicador adelantado OCDE para los países del G-20. Última lectura enero de 2025.

Vista esta gran herramienta que es el indicador adelantado de la OCDE, lo cierto es que otras cosas que estoy viendo en la economía de Estados Unidos, me hacen pensar que el crecimiento económico avanza a un fuerte ritmo. Sólo comentaré dos.

La primera es que el crédito al consumo, después de un "frío" mes de noviembre, repuntó en diciembre hasta su nivel nominal más fuerte de la historia. Típicamente cuando el ciclo económico se está enfriando, se observan al menos varios meses de declive. Pero ver un mes tan fuerte, casi un "petardazo" en el consumo de los hogares, es un signo de vigor.

Variación mensual del crédito al consumo en los Estados Unidos.

Y en ese mismo sentido, los bancos estadounidenses están informando de que esperan una mayor demanda de crédito al consumo en los siguientes meses, algo que históricamente ha correlacionado con que el crédito al consumo, efectivamente, repunte, algo propio de los ciclos expansivos de la economía.

Expectativa de demanda de créditos al consumo por parte de la banca comercial en EE.UU. (azul oscuro) y evolución interanual del crédito al consumo en dicho país.

El segundo elemento, es que el sector industrial de la economía ha salido de su particular recesión y por fin da señales de vida. A principios de este mes, se dio a conocer el índice de nuevos pedidos en el sector industrial en EE.UU., según la encuesta de situación del instituto ISM, mostrando por fin una buena lectura tras 3 años de una situación bastante deprimida a causa de los elevados tipos de interés reinantes entre 2022 y 2024.

Es cierto que la parte industrial de la economía estadounidense es menor, pero es un sector muy cíclico y verlo cobrar vida es una estupenda señal de "salud" para el ciclo económico-bursátil. Cuando las cosas van bien para el sector industrial, el cual es más sensible a los tipos de interés, se puede decir con pocas dudas que el ciclo económico-bursátil está pasando por un momento dulce.

Índice de nuevos pedidos en el sector industrial según la encuesta de situación del instituto ISM.

Finalmente, y volviendo de la macro a los mercados bursátiles, lo cierto es que a lo largo de un mercado alcista, no siempre son los mismos sectores e índices los que lideran el avance.

Si el año pasado la bolsa de Estados Unidos mostró un gran resultado, este año ha comenzado muy fuerte para la bolsa europea, tras haber roto ésta un lateral de 9 meses de duración. De hecho, es el mejor avance de comienzos de año de la bolsa europea con respecto a la estadounidense en décadas.

Ratio bolsa europea (Stoxx 600) con respecto al índice S&P 500, desde el uno de enero hasta el 6 de febrero y desde el año 2000.

Esto es relevante para entender el ciclo económico-bursátil global, porque más allá de las divergencias que se pueden producir a unos meses vista, si éste es un genuino mercado alcista global, lo normal es ver todos o casi todos los índices occidentales avanzar.

Y el ver ahora a Europa, la cual estaba muy débil, mostrar un gran momentum positivo, es una excelente noticia para las demás bolsas, para el ciclo económico-bursátil a nivel global. Cuando hasta el "alumno" más retrasado de la clase sube, es que todo está marchando en la buena dirección.

Índice Stoxx 600 en base semanal.

Dado que los "techos" de mercado suelen ser procesos relativamente prolongados en el tiempo, ver nuevos máximos en Europa no sólo es una buena noticia, sino que aleja el fantasma de que el mercado alcista nacido en octubre de 2022, esté cerca de concluir.

Como decía antes, es imposible saber si habrá una corrección a la vuelta de la esquina o si la bolsa estadounidense subirá en las siguientes sesiones y semanas. Pero la tendencia económico-bursátil, es la que es.

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