El mercado ha experimentado un necesario "reseteo" del sentimiento inversor
Cuando el optimismo sube hasta la estratosfera en el corto plazo, es normal que el mercado se tome un respiro
Cuando el optimismo sube hasta la estratosfera en el corto plazo, es normal que el mercado se tome un respiro
Como sabes, para bien o para mal, tiendo a basar mis opiniones en datos. Sin embargo, lo que voy a comentar ahora está basado en mis impresiones según mi experiencia, pero no tengo nada para demostrarlo, así que es mi opinión al desnudo, la cual creo que vale la pena dar para tratar de entender la situación actual del mercado.
Creo que lo ocurrido en las últimas semanas, desde la elección de Donald Trump el pasado 5 de noviembre, tiene que ver con el hecho de que los mercados suelen "revolverse" contra lo que parece demasiado obvio para la mayoría.
Por ejemplo, cuando Trump ganó las elecciones que darían lugar a su primer mandato, el 8 de noviembre de 2016, aquel resultado fue una sorpresa general para el mundo, porque los vaticinios eran que ganaría Hillary Clinton, la cual, de hecho, ganó en el votó popular a nivel nacional, pero no en el voto de los compromisarios que se eligen por estados y que al final son los que envisten al presidente de los EE.UU.
Aquel shock inicial produjo una importante caída en los mercados ante la incertidumbre de la llegada al poder de un "populista" y outsider del sistema político estadounidense, el cual era percibido por muchos como la antesala del caos absoluto. Así, en esas primera horas de la noticia, los mercados mundiales caían con fuerza.

Pero, tan pronto como ese mismo día, el mercado empezó a descontar que más allá de las apariencias y de lo estrambótico del personaje, debajo subyacía un tipo que en su agenda política traía recortes de impuestos y políticas pro-crecimiento, algo que el mercado adora.
Así, entre que la victoria de Trump era inesperada, y que por tanto no estaba cotizada en los precios, junto con el hecho de que era un presidente pro-mercado, las bolsas subirían durante más de un año, en uno de los mejores años bursátiles que se recuerda, el de 2017 (mejor en el sentido de subidas sin apenas correcciones).
Estoy hablando de todo esto porque creo que ahora ha ocurrido un poco lo contrario. Ya desde varias semanas antes de las elecciones presidenciales de 2024, las probabilidades de que Trump fuera el ganador eran muy elevadas.
Los mercados llevan semanas poniendo precio a la victoria de Trump.
— Hugo Ferrer (@ContraInvest) October 29, 2024
Como no gane y Harris sea presidenta, habrá un susto de corto plazo por el efecto contrario.
Pero no creo que afectaría a la tendencia dominante.
Y tras su victoria, efectivamente los mercados aceleraron aún algo más las subidas para celebrarlo y, de nuevo en algo que ha sido habitual en 2024, enseguida se marcaron nuevos máximos históricos.
Pero a diferencia de finales de 2016, en esta ocasión su victoria estaba ampliamente descontada y mucha gente estaba pensando que los mercados iban a subir en línea recta como ocurrió en el año 2017. Y lo que suele ocurrir cuando "todo el mundo espera un mismo escenario", es que los mercados no desarrollen ese escenario, al menos en los tiempos y forma que toda la mayoría esperaba.




Los mercados se mueven por sus fundamentales macro, pero el ritmo al que lo hacen en el corto plazo, depende de si hay margen para sorpresas positivas o no. Y en este caso las sorpresas positivas ya habían sido descontadas y el mercado ha corregido. Como hemos discutido en el Club, una corrección que sobre todo ha afectado a la amplitud o generalidad del mercado.
Había tanto "azúcar" en el ambiente, que el pasado 13 de diciembre, publiqué este tuit.
Si el mercado ha entrado en un pequeño retroceso (o corrección, quién sabe), tengo claro el "culpable": todo era tan alcista que el mercado ya no podía subir.
— Hugo Ferrer (@ContraInvest) December 13, 2024
Y, tal y como me imaginé, ese exceso de optimismo en el muy corto plazo -por otro lado natural en un mercado alcista-, desde luego no ha sido toda la historia de esta consolidación lateral del mercado en los principales índices y corrección en la amplitud de mercado, pero sí era la condición necesaria para que el mercado haya decepcionado a casi todo el mundo.
La buena noticia después de estas semanas, no es que el optimismo se haya evaporado del todo (estas cosas no cambian tan rápido y, además, en general es sano y natural que haya más optimismo que pesimismo durante un mercado alcista), pero sí que el mismo se ha reseteado en cierta medida.
Por ejemplo, la encuesta de Investors Intelligence, en su diferencial de alcistas menos bajistas, se ha reseteado a niveles no vistos desde el año 2023 y se ha alejado de la zona de claro optimismo, algo que en mi opinión es un signo positivo de aquí en adelante, dado el contexto general de que estamos ante una economía que sigue expandiéndose.

Por otro lado, la encuesta a inversores de American Investor, ha mostrado esta semana el menor porcentaje de alcistas a 6 meses vista -que es lo que pregunta dicha encuesta- desde octubre de 2023, y antes de eso desde febrero a mayo de ese mismo año, momentos en los que los mercados corrigieron y que serían oportunidades de seguir alcistas en los siguientes meses. Creo que ahora mismo estamos en una situación similar, dado que el contexto general sigue siendo de crecimiento económico (el sentimiento inversor siempre es de interés en contexto con la situación macroeconómica).

En general no se ha producido un gran cambio del sentimiento de los inversores, pero sí un reseteo suficiente para que el mercado de nuevo se deje sorprender al alza.
Por supuesto, ésta no ha sido toda la historia durante las últimas semanas. La consolidación lateral del mercado (corrección en la amplitud de mercado) en buena medida, partiendo desde ese fuerte optimismo existente entonces, ha sido provocada por una visión de la FED sobre el futuro con menores recortes de tipos de interés, tal y como dicha institución comunicó en su reunión de diciembre. Como expliqué el pasado 23 de diciembre:
El recorte de tipos de interés se produjo según lo esperado y sin sorpresas, recortando la FED 25 puntos básicos los tipos oficiales. Pero el mercado reaccionó de forma muy negativa, ya que la FED rebajó su expectativa de recortes de tipos para el año 2025, de 4 a 2, es decir, la FED mostró una nueva opinión más restrictiva que anteriormente, en donde en vez de prever reducir 100 puntos básicos los tipos de interés a lo largo del próximo año 2025, ahora solo espera reducir los tipos en 50 puntos básicos.
La causa de este relativo viraje en las intenciones de la FED, no se basa en nada especialmente tangible a día de hoy, sino más bien en que esperan, o temen, que las políticas que aplique el nuevo presidente electo Donald Trump, pudieran traer una inflación más persistente de lo previamente esperado.
Y, dicho y hecho. Los mercados en las siguientes semanas abrazaron esa narrativa de la FED y los tipos de interés de largo plazo repuntaron y las bolsas siguieron débiles. Hasta el día de hoy, en el que los datos de inflación, sin ser espectaculares, se mostraron lo suficientemente benignos para animar de nuevo al mercado y provocar un repunte de casi el 2% en el índice S&P 500.
En el índice de inflación general se esperaba un avance del 0,4% mensual y efectivamente el dato final reflejó ese 0,4% esperado. Pero la buena noticia vino de que la inflación subyacente, la cual refleja mejor la tendencia de fondo, y que repuntó sólo un 0,2% en vez del 0,3%.

Aparte, algunos detalles adicionales pero importantes han tranquilizado al mercado. Es más, diría que han sido la clave del día de hoy para que se produzca un importante rally en bolsa y una fuerte caída de los tipos de interés de largo plazo (de hecho, la mayor caída en meses en el mercado de renta fija).
Uno de estos detalles es que la inflación supercore, la cual no tiene en cuenta elementos volátiles como la energía y los alimentos, o elementos retrasados como la vivienda, ha mostrado su crecimiento más moderado (+0,2%) desde el mes de julio. Algo que sin duda es visto de forma muy positiva por el mercado.

Otro elemento positivo ha sido que la inflación supercore del sector servicios, sector mayoritario en la economía estadounidense, y una medida que usualmente sirve para evaluar si la inflación en los salarios de dicho sector tienen riesgo de repuntar. La buena noticia es que en diciembre creció a una tasa moderada en términos históricos y recientes.

Así, en resumen, creo que lo que hemos visto desde las elecciones presidenciales de Estados Unidos, es un mercado que no pudo subir mucho más porque el optimismo era excesivamente elevado en el muy corto plazo, a lo que se unió una narrativa de una inflación que podría repuntar gravemente, algo que en el día de hoy se ha demostrado que, de momento, es un temor exagerado.
Y mientras haya crecimiento e inflación más o menos bajo control, lo probable es que este mercado alcista siga su marcha.