Cuando uno encadena varios ciclos en los mercados, empieza a ver patrones que se repiten con la misma previsibilidad con la que se suceden las estaciones a lo largo del año.
Un clásico cuando el mercado alcista ya empieza a dejar atrás su primerísima fase de subidas o estabilización, es cuando después de meses o trimestres de elevado pesimismo, por fin se empieza a vislumbrar un poco menos de ese pesimismo o incluso algo de alegría.
Esta última semana la encuesta de American Investors (AAII), una encuesta de sentimiento bursátil que se realiza a los inversores minoristas en los Estados Unidos, mostró un relativamente importante repunte de optimistas hasta alcanzar el 44,50% de los encuestados, un repunte de más de 15 puntos porcentuales desde la pasada semana y un nivel no visto desde finales de 2021, al final del penúltimo mercado alcista.

Lo llamativo del fuerte repunte en el dato, hizo que muchos se hicieran eco de la noticia, como este tuit que vemos:


Como podemos ver en los comentarios anteriores, la reacción mayoritaria de los inversores es la de temer los repuntes de optimismo porque los perciben como un indicio de que el mercado está por caer, o incluso que el mercado bajista va a volver con fuerza. Es decir, por una interpretación lineal de la opinión contraria de la que tanto se habla en los mercados financieros.
Sin embargo, las cosas no funcionan así. O, mejor dicho, las cosas nunca son tan sencillas y siempre tienen más matices.
Lo cierto es que observar repuntes de optimismo es lo normal en un mercado alcista y ello no señala ningún tipo de peligro per se. Si observamos el gráfico del S&P 500 de los últimos cuatro años, podemos ver que en el breve pero intenso anterior mercado alcista (2020-2021), se dieron múltiples semanas donde la encuesta de American Investors mostró lecturas iguales o superiores a la actual y que ello no impidió que el mercado alcista continuara su marcha.

Por ejemplo, a principios de noviembre de 2020, cuando se dejaba atrás lo peor de la pandemia, surgió un fuerte repunte del optimismo llevando el porcentaje de optimistas a ser más de un 50%. Pero eso no fue obstáculo para que el S&P 500 se apreciara más de un +37% durante el siguiente año.
Y si observamos el prolongado mercado alcista que se extendió de 2009 hasta 2020 y señalamos todas las semanas en las que hubo un 45% o más de optimistas en la encuesta de American Investors, vemos que esos repuntes de optimismo no evitaron que el mercado alcista se desarrollara durante más de una década.

Es más, a la luz de la observación histórica, de hecho, el ver repuntes de optimistas en las encuestas de sentimiento no sólo no es un problema, sino que parece ser algo consustancial a los mercados alcistas.
Y es que esa es la realidad: un mercado alcista necesita alcistas para seguir avanzando y por ello me alegro que la encuesta de AAII esté mostrando el repunte de optimismo que hemos visto esta semana.
El análisis del sentimiento bursátil puede ser interesante, pero una cosa que se le escapa a la gran mayoría, es que el sentimiento bursátil necesita contexto para tener significado alguno.
Por ejemplo, lo extraño sería ver un fuerte repunte de optimismo en medio de un mercado bajista. Eso tal vez podría ser una oportunidad para posicionarse a la baja.
O también sería extraño que hubiera un repunte de pesimistas (más del 50% de bajistas en la encuesta de AAII) durante un mercado alcista, ya que eso podría ser una buena oportunidad de compra.
Pero que haya optimistas en un mercado alcista y pesimistas en un mercado bajista...eso, eso es lo normal y no indica nada de lo que hará el mercado a continuación.