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Este análisis se divide en dos partes. Una primera donde "me pongo la gorra de analista geopolítico", en la que, aunque aporto datos no puedo más que reconocer lo casi imposible que es hablar del futuro en un mundo tan complejo como el que tenemos y, una segunda parte, donde hablo de los efectos de la guerra en los mercados en lo que aporto mi opinión, una opinión que, como siempre trato, se basa en lo que creo que tiene más probabilidades a la luz de la historia y según mi entendimiento de cómo funcionan los mercados.

Las cosas siguen calentándose en Oriente Medio. A medida que Israel ha anulado en gran medida la capacidad de los intermediarios iraníes tanto en el sur del Líbano (Hezbolá) como en la Franja de Gaza (Hamás), parece que persas y judíos se dirigen a un enfrentamiento directo y de mayor voltaje que el visto hasta la fecha.

El pasado abril ambos países se lanzaron misiles los unos a los otros, pero todo quedó en un teatrillo geopolítico donde Irán trató de mostrar fuerza de cara a la galería e Israel respondió a dicho ataque para que no se dijera que no responden a las agresiones.

De ahí que tras el repunte del precio del petróleo en marzo y principios de abril, el mismo se desinflara notablemente en las siguientes semanas, devolviendo el "oro negro" a la parte baja del rango en el que lleva cotizando desde 2023.

Entre marzo y abril de este año, el precio del petróleo repuntó moderadamente (dada su volatilidad histórica), pero el lanzamiento de misiles entre Israel e Irán fue recibida por el mercado con caídas de los precios porque se entendió que fue todo un paripé. Esta vez, y al menos por el momento, el mercado piensa distinto y el precio del petróleo está repuntando.

Sin embargo, según mi percepción en algo en lo que por supuesto no me declaro experto sino mero observador, parece como si esta vez pudiera ser diferente. Sí, Irán ha vuelto a lanzar misiles contra Israel hace unos días. Sí, esta vez lanzó misiles más potentes, con hasta 180 misiles balísticos. Y, sí, otra vez pareció más un intento de mostrar fortaleza de cara a la propia población iraní y a quien quiera creerles en el mundo, que un ataque con verdadera intencionalidad de hacer daño. De hecho sólo se informó de algunos heridos en Israel y de un fallecido palestino en Cisjordania que tuvo la mala fortuna de que le cayera los restos de un misil en la cabeza.

La diferencia es que en esta ocasión la retórica de Israel es diferente, hablando sin filtros de cambio de régimen en Irán en el discurso de Benjamín Netanyahu dirigió directamente a la población iraní el pasado día 30 de septiembre, donde llegó a decir:

"Cuando Irán sea finalmente libre, algo que ocurrirá más pronto de los que muchos creen, todo será diferente. Nuestras antiguas naciones, los persas y los judíos, por fin podrán estar en paz. Cuando ese día llegue, la red de terror que el régimen [iraní] ha construido en 5 continentes, se vendrá abajo. Y [entonces] Irán brillará como nunca antes con inversiones globales, masiva llegada de turistas y brillantes innovaciones tecnológicas creadas gracias al inmenso talento que hay dentro de Irán. ¿No es esto mejor que la pobreza de siempre, la represión y la guerra?"

Discurso del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu dirigido a los ciudadanos iraníes el pasado 30 de septiembre.

Como digo no soy experto en geopolítica, pero con los años he aprendido que muchas veces se puede aprender mucho simplemente escuchando lo que se dice y aceptándolo tal y como lo están comunicando. De hecho, normalmente los expertos han visto tantos mensajes similares que en muchas ocasiones no son capaces de diferenciar esos mensajes para darles el valor que se merecen.

Algo que, por cierto, he visto que también ocurre cuando los analistas escuchan a la Reserva Federal de los Estados Unidos. En múltiples ocasiones veo que el consenso de analista "ha escuchado" algo y yo, que también suelo escuchar esas mismas conferencias, me sorprendo porque he escuchado cosas diferentes o que han de interpretarse de una determinada manera, entre líneas. Un ejemplo de lo que digo está en este hilo de Twitter que está a punto de cumplir casi 2 años y que se puede leer en este enlace.

Por supuesto, si quien habla es un actor internacional de poca credibilidad y que dice lo que dice para contentar a alguna galería, esas palabras no sirven de nada. Pero hablamos de Israel, país que si bien divide la opinión pública mundial como pocas cosas lo hacen, nadie duda de su capacidad militar y determinación, cueste lo que cueste.

Y, añado yo, Israel se encuentra con una ventana de oportunidad única en su historia, si no ahora mismo sí tras las elecciones estadounidenses que se celebrarán dentro de nada, el próximo 5 de noviembre, para tratar de acabar con el régimen iraní, tal y como parece desprenderse de las palabras de Netanyahu cuando se dirige directamente a los ciudadanos de aquél país.

Es una ventana de oportunidad única en su historia porque el ataque del pasado abril fue el primero que Irán realizó de forma directa sobre Israel en toda su historia y el de este mes de octubre ha sido el segundo, algo que a ojos del derecho internacional (o a ojos de Occidente si se prefiere) legitima a Israel para contraatacar con todas sus fuerzas.

Una vez neutralizados en mayor parte esos intermediarios de Irán (la operación contra Hezbolá a través de los "buscas" es propio de película de Hollywood), Israel sabe que el régimen iraní es menos fiero de como lo pintan, sabe que se encuentra en un momento de extrema debilidad interna sin el apoyo de su población y que, por tanto, es el momento idóneo para tratar de cortar la cabeza de la serpiente de la que es fuente de sus males.

Y, en este mismo sentido, no es casualidad que antes de ayer el hijo del último rey de los persas, Reza Pahlavi, lanzara otro mensaje a los iraníes y a todo Oriente Medio, señalando que el régimen de los ayatolás ha traído demasiada destrucción y que:

"Los crímenes que el régimen ha cometido contra ustedes [los israelíes] y nuestros vecinos, es una afrenta en contra de los iraníes y nuestros valores. Para nosotros los iraníes, el orgullo en nuestra nación y el amor por nuestro país, no se basa en el odio, en el antagonismo o en levantar banderas contra nadie. Mis compatriotas han mostrado desde siempre que no quieren que la riqueza de Irán se malgaste en alimentar guerras, crear inestabilidad o financiar el terrorismo. Los ciudadanos iraníes no son vuestro enemigo, es la República Islámica el enemigo que tenemos en común [...] De esta manera le digo a todos nuestros amigos en Oriente Medio: nuestra región se merece algo mejor. Pero para que esto sea así, en primer lugar este régimen que nos ha mantenido secuestrados casi medio siglo, debe terminar [...] No permitiremos que se produzca un vacío de poder que siga a la caída del régimen. Hay una amplia coalición de iraníes, fuera y dentro del país, que están preparados para servir a nuestra nación y traer la paz a nuestra región. Daré un paso adelante, siguiendo su llamada, para supervisar esta transición pacífica hacia la democracia y devolver a Irán a la comunidad de naciones".

Discurso de Reza Pahlavi a los iraníes y al mundo. 7 de octubre de 2024.

Como se puede entender con todos estos elementos y discursos coordinados, todo apunta a que Israel, el exilio iraní y Occidente están preparando el terreno para un ataque de gran intensidad por parte de Israel que, como hemos visto antes, supuestamente estaría legitimado para el ataque por ser una respuesta a un ataque previo, y que han preparado un plan para la transición democrática para el país, el cual "volvería" a la esfera Occidental y que estaría en paz con los musulmanes sunnitas de la región (Arabia Saudí y demás) y, por supuesto, con Israel el cual se convertiría en su nuevo aliado.

¿Funcionará o no funcionará? La respuesta la tendremos pronto. Es posible que quieran esperar a las elecciones estadounidenses, pero la realidad es que tanto demócratas como republicanos apoyan a Israel y estarían felices con una solución duradera para Oriente Medio, siempre y cuando, por supuesto, no haya que poner soldados en tierra. Un "último derramamiento de sangre" para tratar que no se derrame más sangre en el futuro de la región. Además, de paso, sería un duro golpe para Rusia, socio estratégico del régimen de los ayatolás. Como se suele decir, sería como matar dos pájaros con un único tiro.

Ahora, ya me quito la gorra del analista geopolítico que no soy (aunque espero haberte señalado con la máxima claridad lo que parece estar ocurriendo) y paso a hablar de mercados, donde sé algo más. ¿Qué podemos esperar tanto si funciona como si no funciona este plan de desmantelar el régimen iraní?

En primer lugar hay que decir que las guerras no afectan negativamente a quienes las ganan....o a quien las van ganando.

En nuestro caso, que analizamos la bolsa americana y por extensión del resto de países desarrollados "occidentales", un grupo que esencialmente incluye a Canadá, Europa Occidental, Japón (sic) y Australia, y dado que este bloque no está en ninguna guerra y por tanto no la puede perder, es poco probable, más allá de la reacción inicial que pueden provocar los titulares de guerra abierta en Oriente Medio, que las bolsas pierdan su tendencia alcista por esta circunstancia.

Esto es algo que a muchos inversores e incluso a muchos expertos les cuesta entender: los mercados no son "mecanismos morales", sino que simplemente se mueven descontando si la actividad económica agregada va a mejor o a peor.

Por alguna razón muchos creen que si hay enormes derramamientos de sangre los mercados tienen que caer. Pero 1.000, 10.000, 100.000 o un millón de muertos en Oriente Medio, por muy duro que parezca decirlo, per se no tienen impacto en la economía global. De nuevo, los mercados no tienen sentimientos porque no son personas, sino que se mueven por números económicos, acertados o no, ya que son un mecanismo de descuento de expectativas. Expectativas empresariales en el caso del mercado de acciones, o expectativas económicas y políticas en el caso del mercado de bonos soberanos.

Es por esto que casi siempre que los mercados caen por titulares de guerras que comienzan o por atentados terroristas que impactan al mundo, al poco tiempo tienden a recuperarse si la tendencia previa era alcista. Es decir, una caída por la noticia de una guerra abierta entre Israel e Irán, probablemente sea una oportunidad de compra si las bolsas corrigen, ya que a día de hoy estamos en un mercado alcista.

Otra cosa sería que una vez atacado Irán, se le uniera China y ello llevara a a una escalada mundial que interrumpiera el comercio global. Pero eso es muy improbable porque va en contra de la política exterior china a día de hoy, de naturaleza pacifista porque se caracteriza por un pensamiento de largo plazo, ya que saben a que a largo plazo serán muy poderosos y no vale la pena luchar hoy.

Como decía aquella frase de Sun Tzu en el Arte de la Guerra "Los vencedores primero ganan y después van a la guerra". Y, a día de hoy, China se sabe muy lejos de poder competir con el bloque occidental y menos por una soberanía que no es la de ellos. Les gusta más comerciar y seguir creciendo que arreglar los problemas del mundo.

Por supuesto, todo puede ocurrir y unos eventos dar lugar a otros muy diferentes de los esperados por este analista que les escribe. Faltaría más. El futuro es escurridizo y en 1914 nadie sabía la que se iba a armar en los siguientes años.

Pero como aquí hablamos de escenarios probables, teniendo en cuenta todos los elementos es muy improbable que estemos asistiendo a una escalada de la guerra a nivel mundial y lo que ocurra en Oriente Medio tiene poca capacidad de desviar la economía occidental.

Donde sí podría tener un mayor impacto más allá de ese impacto inicial negativo que probablemente tendría la llegada de una guerra abierta entre Israel e Irán, es si los precios del petróleo escalan sobremanera elevando las tensiones inflacionarias a nivel global y forzando a los bancos centrales a volver a subir tipos.

Si las cosas fueran a afectar de forma negativa a la economía mundial, ese sería el canal más probable. Lo que ahora es una inflación aparentemente adormecida en Occidente (2,59% en Estados Unidos), podría volver a resurgir si el precio del petróleo repuntara fuertemente y de forma sostenida. Al fin y al cabo, la inflación interanual correlaciona altamente con las variaciones del precio del petróleo.

Precio del petróleo en velas mensuales y en negro en línea continua inflación interanual en Estados Unidos y en magenta la variación interanual del precio del petróleo. 2011-2024.

Dicho esto, Irán solo representa aproximadamente entre 4% y el 5% de la producción petrolífera global, una cantidad que es aproximadamente solo un tercio de lo que produce Rusia. Y, aunque la mayor parte de su producción va dirigida a China, lo cierto es que un cambio de régimen en Irán no significa que China vaya a recibir menos petróleo.

E, incluso si se interrumpe parcial o totalmente el flujo de petróleo, el gigante asiático tendría maneras de adaptarse, al igual que Europa se adaptó de forma relativamente rápida cuando Rusia invadió a Ucrania. A principios de 2022 muchos hablaban de un escenario apocalíptico, en la economía y en el mercado de la energía a causa de la guerra de Ucrania, pero tras un fuerte repunte del precio del petróleo desde los 90 hasta los 130 dólares por barril en apenas unos días, el precio se estabilizó durante los siguientes 6 meses y a partir de ahí comenzó a declinar hasta el día de hoy.

Precio del petróleo desde finales de 2021 y hasta finales de 2022.

En el caso de Irán y China, las magnitudes son menores, ya que el petróleo iraní representa sólo entre un 1% y un 2% del consumo total de energía del gigante asiático. Por ello, en el peor caso, espero un repunte menor del precio del petróleo con respecto a lo visto en 2022 y una pronta estabilización del mismo (recuérdese que Irán no puede vender petróleo a Occidente).

Si cuando Rusia invadió Ucrania se decía que Rusia era como la gasolinera de Europa, lo cierto es que Irán es para China solo una fuente menor de energía. Y otros países no van a dejar de vender petróleo a Occidente por esta guerra porque resulta que Irán es enemigo de muchos de los productores. Es decir, es poco probable que se produzca un episodio como el de 1973 donde los países árabes boicotearon a Occidente por su apoyo a Israel tras la guerra del Yom Kipur.

Probablemente para casi todos ya sea un hecho casi consumado el que el régimen iraní tienes lo días contados. Lanzar aquellos misiles fue el error que Israel estaba esperando tanto tiempo. Y la capacidad de inteligencia y operativa de Israel, les permite, sin duda, aprovechar esta gran ventana de oportunidad que tiene y que tal vez no se repita nunca más.

En todo caso, mi criterio es que ésta es una guerra que no tiene capacidad para desviar significativamente la dirección de la economía mundial y, por tanto, cualquier caída debe ser observada como una oportunidad de compra o al menos de mantener lo comprado.

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