Uno de mis ejercicios favorito es tratar de analizar cada dato, cada gráfico que se cruza en mi camino, especialmente aquellos que se vuelven virales.

Sea cierto o erróneo el dato, el sólo hecho de analizarlo en profundidad ya es un buen ejercicio porque hace aumentar tus conocimientos de los mercados financieros.

El caso de hoy es un gráfico que probablemente hayas visto en las redes sociales.

Yo lo he visto en boca de muchos y no son pocos los que me lo han remitido, diciendo "Hugo, todavía no hemos visto los mínimos del mercado bajista porque los mínimos siempre se producen en medio de una recesión", tal y como bien señala el gráfico de una forma que es difícil de rebatir.

Sin embargo, este dato esconde una gran falacia que voy a explicar y que hace que este gráfico sea totalmente inservible para llegar a ninguna conclusión.

La falacia consiste en que la fecha en la que se determinan los comienzos y las finalizaciones de las recesiones en Estados Unidos, se establecen mucho tiempo después de que las recesiones hayan comenzado y, a veces, incluso mucho tiempo después de que hayan concluido.

El organismo encargado de ponerle fechas a las recesiones de las que todo el mundo habla en las enciclopedias, es el National Bureau of Economic Research (NBER), una entidad creada en 1920 y que publica fechas sobre los cambios cíclicos en la economía desde 1929.

Para el NBER, una recesión es un "declive significante de la actividad en el conjunto de la economía del país y que se extiende más allá de unos pocos meses".

Y también en las propias palabras del NBER "aunque los criterios de profundidad, amplitud y duración, necesitan valorarse de forma individual, una medida extrema en cualquiera de esos tres criterios puede ser suficiente para determinar una recesión [...] no existiendo una regla fija para definir el proceso o como son ponderadas nuestras decisiones"

Como el lector puede empezar a comprender, la fijación de las fechas de las recesiones por parte del NBER no sigue reglas definidas, sino que efectivamente es una mera decisión discrecional tomada por un comité de expertos.

Como este comité de expertos no quiere cometer errores que les avergüence, toman una solución muy sencilla: dejar pasar el tiempo para estar seguros de lo que dicen.

Veamos unos ejemplos.

En febrero y marzo de 2020 los mercados entraron en pánico a causa de la paralización de la vida económica por la pandemia. Y con los confinamientos llegó la recesión (zona sombreada). En junio de 2020 el NBER se atrevió a señalar el techo del anterior ciclo económico (línea roja) y sólo después de mucho tiempo, en julio de 2021, se atrevió a señalar que la recesión había terminado (línea verde).

Cualquier persona entonces, cuando el mercado ya subía fuertemente en abril, mayo o junio de 2020, podía haber dicho lo mismo que se dice estos días "oye, mira este gráfico de recesiones y S&P 500, el mercado no hace mínimos hasta que comienzan las recesiones", porque efectivamente en aquellas fechas no se había determinado ni el comienzo de la recesión. Y sin embargo hubiera estado muy equivocado, el mercado ya había formado su mínimo absoluto.

En los años noventa sólo se produjo una recesión, que se extendió desde julio de 1990 hasta marzo de 1991 (zona sombreada).

¿En qué fecha se atrevió el NBER a señalar que la recesión había comenzado? Sí, muy tarde, en abril de 1991 (línea roja), una fecha que incluso quedó fuera del propio fin de la recesión y en la cual el mercado ya había recuperado todas sus pérdidas previas. Sólo en diciembre de 1992, el NBER se atrevió a dar por concluida una recesión que había terminado casi dos años antes.

Con sólo 2 ejemplos de las últimas 4 recesiones habidas en Estados Unidos durante los últimos 40 años, ya hemos roto el mito de que el gráfico de las recesiones y el S&P 500 sea útil en algún sentido. Simplemente, no sólo no es inútil, sino que puede hacer mucho daño si es utilizado como decisión de inversión.

En las recesiones largas y prolongadas, la determinación del comienzo de una recesión siempre llega tarde, cuando casi todo el daño ya está hecho y, en las recesiones más cortas, la determinación de fechas llega incluso mucho después de que las propias recesiones hayan finalizado.

Puede que el mercado haga nuevos mínimos en los próximos meses, pero desde luego no será porque el gráfico de las recesiones y de los mínimos del S&P 500 aporte valor alguno.

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