¿Ha comenzado a resquebrajarse el mercado alcista tras el susto de la FED?
Tras la decisión, programada, de la FED de recortar tipos de interés, los mercados reaccionaron con violencia
Tras la decisión, programada, de la FED de recortar tipos de interés, los mercados reaccionaron con violencia
Hay una "ley", llamada ley de Betteridge, que dice que cualquier titular redactado como una pregunta puede responderse automáticamente con un "no". En este caso, esta irónica y jocosa ley, no se cumple del todo, porque mi mejor respuesta es que puede que sí, que el mercado ha dado un primer signo de agotamiento. Pero también es aún más cierto, que es pronto para saberlo del todo.
Para que nadie se me pierda, de lo que estoy hablando es del reciente mal comportamiento de la "amplitud de mercado", o del comportamiento de la generalidad de las acciones cotizadas, en contraposición a lo que reflejan los principales índices, como el S&P 500 o el Nasdaq 100, que con frecuencia se encuentran sesgados por la gran influencia que pueden ejercer uno pocos valores de enorme capitalización.

Y es que el asunto de la amplitud es de máxima relevancia analítica para este analista que les escribe y, por ejemplo, fue un elemento clave para detectar el actual mercado alcista en bolsa, nacido en octubre de 2022.
Dado este sesgo que unos grandes valores pueden ejercer, el estudio de la amplitud se basa en la idea de observar el mercado en su conjunto, más allá de los "titulares", para tratar de entender cuál es la verdadera "salud" del mercado en cada momento, ya que, al fin y al cabo, el propio mercado de acciones es uno de los principales indicadores económicos.
Con todo ello, cuando el pasado 18 de diciembre el índice S&P 500 recibió un relativamente duro golpe con una caída en una única sesión del -2,95%, un movimiento altamente contraintuitivo tras el recorte de tipos de interés por parte de la FED y que fue el peor día en bolsa desde la pequeña crisis bursátil del mes de agosto, la amplitud de mercado ya venía mostrándose muy débil, anotándose hasta antes de dicho día, nada menos que doce sesiones a la baja mientras el S&P 500 se encontraba en máximos. Y, no menos llamativo, con dicha amplitud de mercado perdiendo las ganancias obtenidas tras la victoria de Trump y que tanto optimismo había traído al mercado.

Como se puede entender, de lo que estamos hablando es que en el corto plazo se ha abierto una divergencia entre los principales índices y la generalidad del mercado, incluso abriéndose la duda de si en los primeros compases del nuevo mandato de Trump, el presidente será percibido finalmente como un elemento positivo para las acciones, tal y como lo fue en su primer mandato.

Así, este empobrecimiento de la amplitud de mercado, es lo que me lleva a aceptar como posibilidad que algo se haya empezado a deteriorar en el mercado y de ahí el titular de este artículo. Como si fuera una primera grieta que podría hacerse más grande y que, por tanto, requiere de mi atención de aquí en adelante.
Esta divergencia en la amplitud ha encendido las alarmas de múltiples analistas e indicadores, como esta observación de Sentiment Trader, de que cuando más del 7,75% de los valores de la bolsa de Nueva York están formando nuevo mínimos anuales o de 52 semanas (en lo que es otra forma de observar la amplitud) mientras el índice S&P 500 se encuentra cerca de máximos (no más lejos de un 5% de máximos históricos), eso típicamente ha traído, en el pasado, pobres retornos en bolsa en los siguientes meses y pocos trimestres.


Expuesto el problema que parece haberse generado en el mercado durante las últimas semanas y la importancia que pudiera llegar a alcanzar, ahora voy a explicar por qué a pesar de estar vigilante con respecto a la amplitud de mercado, aún me parece que no hay indicios suficientes para preocuparme del todo. Al menos a la fecha actual. Es decir, aún pienso que las cosas no tiene porque desarrollarse de forma tan negativa como sugiere la tabla anterior.
En primer lugar, en el muy corto plazo, espero que el mercado se estabilice e incluso rebote con fuerza, dado que realmente se ha alcanzado un extremo de "sobreventa", como por ejemplo refleja el indicador del "ratio 50/150" y que, históricamente cuando ha alcanzado el nivel actual, suele ser en momentos de inminentes rebotes, especialmente cuando el mercado ya ha logrado frenar y estabilizar la caída, tal y como parecer ser el caso actual.

En segundo lugar, y ya saliendo del siempre esquivo extremo corto plazo, mi forma favorita de observar la amplitud para tratar de detectar el fin de las tendencias alcistas en bolsa, es un poco menos sensible a las divergencias de muy corto plazo que se producen entre mercado y amplitud.
Así, como hemos visto en otras ocasiones, observo de cerca la amplitud de forma acumulada y su comportamiento con respecto a su propia media de 50 sesiones, de tal manera que sólo cuando se produce un cruce a la baja de dicha amplitud acumulada, se genera en mi análisis, por decirlo de alguna manera, una "alerta en la amplitud", aceptando, claro está, que no es un indicador perfecto y que jamás extraigo una conclusión global exclusivamente observando el comportamiento técnico del mercado.

Y, de momento, este indicador no está aún lanzando señal de alerta y, por tanto, estoy considerando que la actual divergencia entre amplitud y mercado, es demasiado poco extensa en el tiempo para realmente poderle otorgar importancia.
En tercer lugar, creo que el retroceso del -2,95% en el índice S&P 500 del pasado 18 de diciembre, el día en el que la FED recortó tipos de interés, y que a la vez produjo que múltiples acciones declinaran con fuerza marcando nuevos mínimos anuales, tal y como hemos visto, sobre todo fue una reacción del mercado "sin mucha carga macro", o al menos así me lo parece.
El recorte de tipos de interés se produjo según lo esperado y sin sorpresas, recortando la FED 25 puntos básicos los tipos oficiales. Pero el mercado reaccionó de forma muy negativa, ya que la FED rebajó su expectativa de recortes de tipos para el año 2025, de 4 a 2, es decir, la FED mostró una nueva opinión más restrictiva que anteriormente, en donde en vez de prever reducir 100 puntos básicos los tipos de interés a lo largo del próximo año 2025, ahora solo espera reducir los tipos en 50 puntos básicos.
La causa de este relativo viraje en las intenciones de la FED, no se basa en nada especialmente tangible a día de hoy, sino más bien en que esperan, o temen, que las políticas que aplique el nuevo presidente electo Donald Trump, pudieran traer una inflación más persistente de lo previamente esperado.
Tal vez para muchos es difícil de creer, pero es así como, al final de todo, realmente funciona la FED. Se sientan en un despacho y deciden como puede ser el mundo, para en muchas ocasiones equivocarse. Algo por lo demás normal, ya que cualquier cosa que se decida en un despacho con respecto a un mundo rico en posibilidades, es una tarea especialmente falible.
Solo el tiempo dirá si acertarán o no con esto de anticipar que la nueva economía de Trump pueda suponer un repunte inflacionario. Además hay que recordar que, por ejemplo, el primer mandato de Trump no fue nada inflacionario.

Y es justamente esa falta de "tangibilidad" o falta de datos reales para justificar dicho cambio, que hace que no me preocupe en exceso con lo ocurrido. Es decir, no es un cambio de la FED provocado por datos que apunten a mayor inflación y menor crecimiento o cualquier otra combinación, y que pudieran estar inaugurando una nueva tendencia sostenida en materia de política monetaria. Más bien me parece que ha sido una decisión aislada para "reajustar" su visión en base a prejuicios políticos y temores no confirmados.
Y es que no es lo mismo que la FED haya "inaugurado" una nueva tendencia, que el que la FED haya hecho algo "extraño" y políticamente motivado en una reunión determinada.
Por ejemplo, puede que la FED imagine mayores tipos de interés de aquí en adelante, pero observando el comportamiento del mercado de materias primas, muy sensible a las presiones inflacionarias, a día de hoy parece difícil pensar que la inflación esté empeorando.

Y, en cuarto y último lugar, a pesar de que no son pocos los desafíos que sigue teniendo el actual ciclo expansivo económico-bursátil, la realidad es que a nivel global parece que el crecimiento económico continua su marcha y, además, incluso lo hace de forma más acelerada que en meses previos, lo cual debería hacer de soporte a los activos de riesgo como son las acciones.

Es decir, en este entorno macro es más probable que las divergencias entre la amplitud de mercado y los principales índices, se resuelva al alza.
En este sentido, el propio mercado de acciones, cuando se analiza según el comportamiento relativo de sus sectores cíclicos y defensivos, parece opinar igual, ya que, en un ejemplo, el super sector de consumo cíclico lo está haciendo notablemente bien con respecto al super sector de consumo básico, algo que no suele ocurrir en momentos de importante contracción de la economía.

Así, expuestos los que creo que son todos los datos relevantes del momento actual, mi actitud es una de "tomar nota" con respecto a lo que está ocurriendo con la amplitud, pero en donde creo que aún hay argumentos lo suficientemente sólidos para pensar que este mercado sigue siendo alcista y puede tener recorrido. Es decir, que la tendencia bursátil sigue intacta.
Por supuesto y, como no puede ser de otra manera, si los datos siguen empeorando, entonces tendré que cambiar de opinión.
Aprovecho este análisis para desearte una feliz Navidad y una excelente entrada de año 2025, donde goces de las cosas que importan: salud, felicidad, conocimiento y, si puede ser, un poco más de dinero.