La Plata, el Oro y el invertir sin tener una idea exacta de lo qué está ocurriendo
El comportamiento de la Plata este mes me confirma que algo extraordinario está ocurriendo desde hace 2 meses en los mercados financieros internacionales.
El comportamiento de la Plata este mes me confirma que algo extraordinario está ocurriendo desde hace 2 meses en los mercados financieros internacionales.
No soy fan de la Plata por la razón de que soy muy fan del Oro. Me explico.
En un mundo donde muchos activos muestran una elevada correlación entre ellos mismos, lo que más aprecia un inversor multiactivos es encontrar un tipo de activo que se mueva de forma diferente a los demás.
Y es ahí donde entra el Oro, el cual históricamente ha fluctuado según los tipos de interés reales, algo que no impacta de forma tan directa ni en las acciones ni en los bonos (siendo "no tan directa" la clave aquí). Si no estás familiarizado con este driver fundamental del Oro, puedes leer la explicación en este artículo que publiqué en diciembre pasado.

Es decir, el Oro es diferente a acciones, bonos y criptodivisas, pero resulta que la Plata tiene bastante parecido con el Oro. De hecho, me gusta llamar a la Plata "la prima hermana loca del Oro", porque se mueven con las mismas tendencias macro, pero cuando la plata se mueve lo hace mucho más (mayor beta), para bien o para mal, ya sea para apreciarse o para depreciarse.

Observemos el ejemplo de la pandemia. Al principio de la misma ambos activos declinaron, pero mientras la plata retrocedió un monumental -35% desde principios de año hasta mediados de marzo de 2020, el Oro sólo retrocedió un -2,5%.
Luego, a continuación, ambos activos subieron como la espuma gracias a la drástica bajada de los tipos de interés reales. Y donde el Oro se apreció hasta un +35% para el mes de agosto de 2020, la Plata mostró un espectacular rally del 111% desde mínimos, para llegar apreciarse hasta casi un +65% en los máximos del año.

Y más allá de los movimientos más volátiles en el corto plazo de la Plata con respecto al Oro, lo cierto es que históricamente la Plata no se aprecia más que el Oro, tal y como podemos ver en el siguiente gráfico.

Así, en resumen, cuando hablamos de la Plata tenemos un activo que se mueve de forma muy parecida al Oro, no aportando un valor diferencial para un inversor multiactivos, y además es un activo que es mucho más difícil de operar porque tiene movimientos más volátiles y erráticos y que al final del camino no muestra un exceso de rentabilidad de largo plazo sobre el Oro.
Ahora bien, si bien la Plata no me interesa especialmente por su comparación con el Oro, sí hay lecturas interesantes que podemos extraer de lo que está ocurriendo ahora mismo en este mercado. Sólo en este mes de mayo se está apreciando más de un +20% con respecto a abril, una magnitud que es enorme incluso para un activo tan volátil como éste.
Y si observamos su variación trimestral, ya se anota una apreciación mayor al +35%, algo que durante los últimos 20 años sólo hemos visto durante la Gran Crisis Financiera de 2008, durante la Crisis de Deuda Europea de 2010-11 y durante la pandemia de 2020.

¿Significa esto que estamos ante un evento casi cataclísmico como en aquellas ocasiones? No sé si lo que puede estar pasando será en el futuro comparable con la Gran Recesión que puso en duda el sistema capitalista, con la gran crisis europea que puso en duda el proyecto del euro, o con la pandemia que paralizó el mundo económico durante meses y trimestres.
No tiene por qué ser necesariamente algo tan dramático como aquello, pero sí que es probable que esté ocurriendo algo de enorme magnitud, de tanta magnitud que, como expliqué el mes pasado, ha roto la estrecha relación que reinaba entre los metales preciosos y los tipos de interés reales en Occidente desde que el presidente Nixon canceló la convertibilidad del oro con el dólar estadounidense.

Es decir, que la plata se esté comportando como en otros momentos, digamos "de alto interés macro", me confirma que algo enorme está pasando tal y como señalé en diciembre o en abril cuando hablé del Oro.
Ahora bien ¿qué está pasando realmente? ¿Es realmente un cambio en el sistema monetario internacional como especulé el mes pasado? Es decir, que los países no alienados como Rusia, China, Brasil, India o Sudáfrica hayan empezado a negociar entre ellos sin dólares estadounidenses (o con menos dólares) y rigiéndose por el precio del metal dorado.
Esta es, desde mi punto de vista, la razón más probable y si realmente fuera ésta la razón, estaríamos ante un evento más benigno que los cataclismos financieros de 2008, 2010 o 2020, porque sería un cambio macroeconómico notable, no una crisis aguda.


Pero la realidad es que tal vez no sea esto, o no sólo esto. ¿Podría ser que China esté haciendo acopio de metales preciosos y otras materias primas ante una posible devaluación del yuan chino? Por supuesto que es posible.
El yuan está sufriendo fuertes presiones en contra y el banco central chino lo está defendiendo con uñas y dientes, pero si han llegado a la conclusión de que una devaluación es inevitable, sería lógico que se hayan lanzado a comprar de todo antes de que su divisa decline y comprar fuera sea más caro. De esa manera, haciendo acopio de materias primas ahora, les permitiría mitigar una devaluación.




O tal vez y poniéndonos en el peor de los escenarios posibles, la razón detrás de todos estos movimientos extraños sea que China se prepara para una invasión sobre Taiwán, en algún momento futuro no muy remoto en el tiempo.
Si éste fuera el escenario, también tendría todo el sentido del mundo el acopio de Oro y de todo tipo de materias primas. Por supuesto, no tengo ni idea de si este es el escenario, pero es algo de lo que se habla en todos los medios, así que no es una alucinación el pensar que esto sea posible.

Y en los pasados días el autoritario presidente ruso, Vladimir Putin, visitó al autoritario presidente Xi Jinping en Pekín, y en un gesto claramente diplomático y ajeno a la cultura china, Xi Jinping abrazó a Putin.
El mundo es complicado ¿verdad? Algo está pasando y realmente no tenemos ni idea de si es un cambio, aunque sea parcial, del sistema monetario internacional o de si lo que se trata es de una devaluación del yuan o el terrible escenario de una guerra en Taiwán que enfrentaría a las dos mayores potencias del planeta.
Simplemente no tenemos ni idea y realmente no pasa nada por no saberlo. Nada.
El otro día alguien me preguntaba en Twitter que si pensaba que estábamos ante un cambio del sistema monetario internacional, debería ser capaz de explicar cómo funcionaría ese nuevo sistema y sus mayores implicaciones.
Lo que le expliqué, o quise responder, es que yo no soy el ministro de finanzas de ningún país, o no soy parte de un órgano político o económico que se deba preocupar por estos asuntos geopolíticos. Y tampoco sé con precisión cómo podría afectar a todos los activos de inversión. ¡Ni que fuera Dios omnisciente!
Sólo soy un inversor y al igual que no hace falta saber de mecánica para conducir un coche, para invertir tampoco hace falta conocer como un experto premio Nobel en economía los entresijos de la política y las finanzas globales.
Me basta con saber que algo no común y extraordinario está ocurriendo. Algo que no es seguro, como nada lo es sobre el futuro, pero que apunta con altas probabilidades a que se podrían desarrollar importantes tendencias en algunos mercados financieros y que eso es suficiente para querer estar dentro de esas potenciales tendencias de gran impacto.
Eso es suficiente. Saber que algo ocurre y luego seguir investigando, pero sin la absurda -por imposible- pretensión de creer que necesitas saber todo al milímetro para invertir o desinvertir en un determinado mercado.
Y esto no es algo exclusivo de este caso. En macro investing siempre es así. La mayoría de las cosas no se conocen o no se pueden conocer y a lo único que se puede aspirar es a darte cuenta de cuándo están ocurriendo cosas fuera de la normalidad, eventos que podrían significar cambios significativos en las principales tendencias de los mercados financieros.
El 28 de octubre de 2021 se produjo lo que entonces denominé como un terremoto en las finanzas globales por el abrupto aplanamiento de la curva de tipos en un sólo día. ¿Sabía acaso cómo iba a ser el mundo exactamente en 2022? Por supuesto que no, pero me sirvió para entender poco después que era muy probable que un mercado bajista en bolsa se encontraba muy cerca en el tiempo (algo que se hizo más probable en las siguientes semanas cuando mi indicador líder favorito giró a a la baja en aquella ocasión).
Ayer se movieron las placas tectónicas de la economía mundial. Un evento que puede marcar el futuro de los próximos trimestres. Lo cuento en mi post:https://t.co/dfwHXeBFk8
— Hugo Ferrer (@ContraInvest) October 28, 2021
Tuit mío del 28 de Octubre de 2021 y artículo explicándo el fenómeno en mi antiguo blog de inBestia.
No sé nada de cómo será el resto de 2024, o los años 2025 o 2027. Pero sé lo suficiente como para entender que en estos momentos el mercado de los metales preciosos es extraordinariamente interesante y que vale la pena estar ahí por si ocurren cosas de enorme importancia y significado. Es el momento de tener algunas papeletas.
La posición, sea como sea, hay que gestionarla, ya sea con stops loss o con filtros de tendencia, pero ignorar un mercado tan interesante como este puede ser un gran error a largo plazo.