Después de casi 10 días, los mercados continúan cotizando el efecto Trump: bolsas al alza ante la expectativa de más crecimiento, tipos de interés y dólar disparados ante la expectativa de ese mayor crecimiento y más inflación, Bitcoin conquistando por primera vez los 90.000 dólares ante el convencimiento de que la administración Trump es totalmente favorable a las criptomonedas y el Oro cotizando a la baja.
Veamos algunas de estas cosas y también la situación del mercado laboral que mostró su peor dato del actual ciclo expansivo de la economía estadounidense.
Bitcoin
Los inversores en Bitcoin están de enhorabuena. Después de 3 años de espera desde el máximo de noviembre de 2021, cuando alcanzó los 68.978 dólares, este mes de noviembre la criptomoneda favorita del mundo repunta un +29,62% y, por fin, supera claramente aquella antigua resistencia.

Después de esta espera y de 6 meses de cotización en lateral desde el mes de marzo, mientras otros mercados de riesgo como las bolsas se apreciaban, la alegría e incluso la euforia ha vuelto a la comunidad cripto.
Y no es para menos, el precio acompaña, rompe con claridad y eso sin que aún haya comenzado el mandato de Trump, una administración que a diferencia de la de Biden es totalmente proclive al Bitcoin, hasta tal punto que se habla de crear una reserva estratégica soberana de esta criptomoneda.
Y, para más señales, por si hubiera pocas, Elon Musk dirigirá un nuevo departamento llamado "Department of Government Efficiency", con el que pretende recortar gasto público y cuyo acrónimo es DOGE, que es, no casualmente, como se llama la criptomoneda favorita del propio Elon Musk, una criptomoneda que nació con una intención completamente festiva y para crear memes y que en en lo que llevamos de mes ya registra una apreciación del +147%, representando una capitalización de mercado de 58.000 millones de dólares, más, por ejemplo, que la capitalización de mercado del banco española BBVA.

Ante esta alegría e incluso euforia desatada tras la victoria de Trump, no pocos han empezado a alertar de esa euforia y a preocuparse porque se estén poniendo los cimientos para el siguiente mercado bajista en el mundo cripto.

Sin embargo, desde mi punto de vista personal, aparte de que considero que una cosa que está subiendo puede subir mucho más, ya que no es posible saber de antemano dónde y cuándo terminará una determinada tendencia, me alegro mucho de que el bitcoin esté en franca subida, ya que para mí es un signo favorable sobre el estado del conjunto de los activos de riesgo, al que también pertenecen las acciones.
Vista la correlación entre Bitcoin y bolsas durante los últimos 7 años, más que asustarme la euforia del mundo cripto, me alegro que se esté dando, porque a falta de más datos es un hecho favorable para los activos de riesgo.
El repunte de este mes parece una recuperación de lo que las acciones ya venían haciendo en los meses previos. Lo que me preocuparía es que Bitcoin estuviera declinando. Y afortunadamente no es así a día de hoy.

Oro
El reverso del efecto Trump se lo está llevando, al menos por el momento, el Oro, un activo que a cierre de ayer llevaba una revalorización anual del +24,84%, pero que está generando un creciente pesimismo e incertidumbre con la corrección del -7,69% que registra desde que alcanzara su último máximo histórico el pasado 30 de octubre.


Como expliqué hace casi un año y luego con más detalle en el mes de abril, desde mediados de 2022 el mercado del Oro dejó de comportarse como lo venía haciendo, desde que en 1971 el presidente Richard Nixon rompiera la convertibilidad del dólar estadounidense con el Oro.
Es decir, desde 2022 el Oro dejó de fluctuar siguiendo la evolución de los tipos de interés reales de Estados Unidos (tipos interés reales = tipos interés nominales de largo plazo - expectativas inflacionarias de largo plazo), debido a que los bancos centrales de los países no alineados con Occidente aceleraron las compras del metal dorado tras haber perdido la confianza en el sistema financiero internacional, al ver como Estados Unidos, Europa y sus socios embargaban 300.000 millones de dólares que Rusia tenía en el exterior en el momento de la invasión de Ucrania.

Por todo ello, desde hace 2 años estamos en un escenario nuevo y desconocido. Y mi argumento ha sido que, aparte de que el Oro estaba en tendencia alcista y por tanto era apto para invertir sólo por ese factor, además en tiempos de cambios geopolíticos hay importantes papeletas para que se desarrolle una megatendencia alcista en el metal dorado. De hecho, desde el pasado mes de abril se superó con claridad la zona de resistencia de los últimos 12 años.

Desde mi punto de vista, la corrección actual de este mes de noviembre se debe a dos factores. Primero que es un activo volátil y llevaba tiempo sin corregir (en los ochos meses anteriores el peor mes había sido un retroceso del -0,14%) y a que tras la victoria de Trump el dólar se ha apreciado de forma relativamente intensa en un corto periodo de tiempo, con una caída en el mes del -2,96% con respecto al euro.

Esto es así porque aunque no existe una correlación de ningún tipo a medio plazo entre la evolución del dólar estadounidense y el precio del Oro, sí que es cierto que cuando el dólar se aprecia repentinamente en el muy corto plazo, a veces sacude el precio del Oro porque este metal se negocia, sobre todo, en esa divisa.

Así, porque el Oro es un mercado que como todos fluctúa, no le doy mayor importancia al movimiento de estos días. Sigue en clara tendencia alcista y, aunque Trump vaya a ser el próximo presidente de los Estados Unidos y eso supone que no va a ser tan confrontacional con Rusia, parece harto difícil que los países no alineados con Occidente de repente recuperen la confianza en la neutralidad del sistema financiero internacional. Al fin y al cabo, Trump solo estará 4 años y luego puede venir cualquier presidente que pueda confiscar los activos internacionales de un país no amigo.
En definitiva y como resumen, de momento no tenemos noticias de que hayan cambiado los fundamentales macro que dirigen en la actualidad el precio del Oro y, de nuevo, no olvidemos que está en clara tendencia alcista.
El peor dato de empleo del actual ciclo expansivo de la economía estadounidense
Con todo lo que está ocurriendo estos días por el efecto Trump, ya casi todo el mundo se ha olvidado que el primer viernes de noviembre se publicó un muy negativo dato oficial de empleo. De hecho, el peor dato de empleo de todo el ciclo expansivo actual, ya que sólo se crearon 12.000 puestos de trabajo en el pasado mes de octubre.

Nadie se acuerda de eso ahora y, de hecho, el pasado 1 de noviembre, cuando se publicó este mal dato, el mercado acabó subiendo ese día. En mi opinión, ese comportamiento del mercado ignorando la mala noticia, es correcto, ya que aparte de que hay un margen de error de alrededor de 95.000 empleos en la publicación puntual de cualquier mes, lo cierto es que el dato puede estar temporalmente afectado por los huracanes que afectaron el sureste de los Estados Unidos en el pasado mes de octubre.
Y, aún más importante, este enfriamiento del dato oficial de empleo, no viene confirmado por otras métricas del mercado laboral que seguimos de cerca. Por ejemplo, el dato de empleo del sector privado calculado por la entidad Automatic Data Processing, mostró una creación de 233.000 empleos en octubre, en claro contrate con el dato oficial.

Y, tampoco salen "las cuentas", cuando triangulamos el dato oficial mensual de empleo con otro dato público bien conocido y seguido de cerca por el mercado, el de nuevas solicitudes de ayudas por desempleo. Los últimos datos son completamente benignos y no serían coherentes con un enfriamiento laboral tan pronunciado como el que aparentemente se produjo en octubre.

Por todo ello, como señalaba anteriormente, parece que el peor dato de empleo de este ciclo ha sido más ruido estadístico que otra cosa. Sí, sabemos que el mercado laboral se está enfriando y es algo que estamos monitorizando, pero las cosas no aparentan ser tan malas como sugería el titular del pasado 1 de noviembre.
Seguiremos de cerca como evolucionan los mercados en estas primeras semanas tras la victoria de Trump.